Lo que tiene de linda lo tiene de brava...
El viaje a Termas de Río Hondo siempre se vive de una manera especial, sí bien todas las ultras generan expectativa, esta es una que siempre trae una sorpresa, y esta vez no fue la excepción.
El calorcito del viernes hacía preveer un clima templado y agradable para el sábado, que arrancó a la mañana con unos 9°, que se convirtieron en unos entre 13 y 15° al momento de la largada, mejor imposible.
En las primeras tres horas se podría decir que se vió lo mejor de todos los participantes de 6 y 24 Horas, porque luego del mediodía el sol fuerte y los 31° a los que se llegó muy rápido hicieron estragos en nuestros cuerpos.
Mi estrategia era simple, correr tranquilo las primeras horas y luego alternar trote con caminata, y por supuesto, mantenerme bien hidratado.
Lo bueno me duró 40 kms, primer parada para ir al baño en la vuela 26 y ya nada fue igual. Salí del baño, bastante debilitado.
En la vuelta 30 recurrí a unos masajes salvadores, que se repitieron en la 40, la 45 y la vuelta 54. Gracias a la gran labor del equipo de masajistas logré caminar a buen ritmo durante el atardecer y las primeras horas de la noche. No corría pero sumaba kilómetros.
Faltaba algo más? Y sí, esta caja de pandora llamada Termas de Río Hondo, decidió regalarnos un adelanto del invierno y para la madrugada llegamos a una sensación térmica de -3°. Así que nos pusimos todo lo que teníamos puesto y continuamos. A eso de las 4 A.M. mi cuerpo no entraba en calor con nada. Dormitaba en la pista, las manos no dejaban de temblar, me encontraba en un estado divagante.
Cuando cruzo el arco para completar mi vuelta 72, la jueza de la competencia Rosa Lacuadra vió mi mal estado y solicitó al médico de pista que sea revisado, así que me llevó al hospital para observación.
Me tomarón la presión, estaba bastante baja, y presentaba hipotermia, por lo que me recostaron a dormir allí bien abrigado y calefaccionado hasta estabilizarme.
Una hora después calentito y con la presión estable salí a pista y di una vueltita pero el frío era peor, así que Rosa me aconsejó ir a boxes hasta que la temperatura se elevara.
Mis amigos rosarinos me prestaron una bolsa de dormir, en la que me quedé 3 horas viendo la competencia. En la última hora, a eso de las 8 A.M. regresé a pista para completar 3 vueltas caminando y así terminar con 116, 913 kms.
Esta carrera fue de esas que sí no te mataron, sin dudas que saliste fortalecido. Saqué muchos apuntes pensando en lo que será mi debut en los 6 Días UltraMaratón Festival que se llevarán a cabo cerca del Lido di POLICORO, en la ciudad homónima (en la provincia de MATERA) en el Policoro Village, en el sur de Italia.
El sábado 12 de mayo se corrió la tercera fecha del Campeonato Argentino de Ultramaratón, en el Autódromo de Río Hondo en la Provincia de Santiago del Estero.
Allí, el porteño Marcelo "Tibu" Distéffano tuvo una destacada actuación, finalizando en la 14° posición, luego de girar 71 vueltas y contabilizando 93,085 Kms, y mejorando en poco más de 5 kms lo realizado en Balcarce en octubre pasado. Por sí todo esto fuese poco, logró el segundo puesto en su categoría.
Según nos contó apenas finalizó su participación, su estrategia de no detenerse y mantener un ritmo parejo funcionó a la perfección. La pista es perfecta y estaba muy agradecido a sus compañeros del Box 9 por el compañerismo y al organizador del evento Federico Vittar por haber realizado un evento de gran envergadura no solo para la provincia sino para el país.